Mientras las cosas ocurren en el escenario, la vida toma rumbos insospechados del otro lado de la atención del publico. Solo frente a camarines, piensa en parar esto y fijar toda su atención en su trabajo. Dejar que esa sensación incontrolable que siente al verla se diluya entre encuentros protocolares y cenas de negocios.
Ella lo mira de lejos, con imágenes desenfocadas centra su atención femenina en cada gesto de el, tratando de descifrar en que esta pensando o cual va ser la decisión que tomará en el siguiente segundo.
El show esta a minutos de terminar y comenzar el vendaval de obligaciones que tiene el como productor. Piensa en que esto debería ser siempre asi. Una contención eterna entre el querer hacer y el no poder lograr. Ella se acerca sigilosamente por un costado para entregarle las instrucciones de salida del artista. El sabiendo que viene tensiona el cuerpo hasta casi transformarse en piedra. El show termino.
El la mira y piensa en que sabor tendrá su boca. Ella busca razones para dejar de temer. El artista baja de escena y pide una botella de agua. El se la entrega con la vista en la boca de ella. Ella le roza la mano y se retira en cámara lenta.
El artista lo mira. Deja la botella y piensa en el gran show que se ha perdido por estar arriba del escenario. Lo Enfrenta y le dice : “Ve por ella…”. El se asusta al verse expuesto y girando sobre si toma rumbo al territorio de ella.
Ella piensa en cual será la sensación de tenerlo detrás de su oreja murmurándole deseos ocultos. El la toma por la cintura y con un gesto imperceptible para el publico, pero extremadamente explicito para ella le susurra una dirección y una hora.
Ella sonríe. El show esta apunto de comenzar.